Intuición o sugestión: cómo distinguir la voz interior de la influencia externa

En el camino de la percepción sensitiva hay una duda que aparece con frecuencia: ¿Cómo diferenciar entre intuición y sugestión? Muchas personas creen que siguen a su voz interior cuando, en realidad, están siendo arrastradas por ideas, miedos o expectativas que ellas mismas han creado o que les han sido transmitidas. En este artículo vamos a profundizar en qué es realmente la intuición, qué significa la sugestión, cómo reconocerlas en la práctica y, lo más importante, cómo entrenar nuestra capacidad de escuchar lo que de verdad surge desde dentro.

Este texto está pensado como una guía práctica. Primero entenderemos las definiciones, después veremos sus diferencias y, finalmente, aprenderás ejercicios y un pequeño tutorial para que puedas aplicar todo esto en tu día a día.


Definiciones: ¿Qué es cada cosa?

Intuición

La intuición es esa sensación inmediata de saber algo sin razonamiento lógico aparente. Es como una certeza repentina que llega sin necesidad de pruebas ni explicaciones. A menudo se describe como “una corazonada” o “un presentimiento”. Lo curioso es que la intuición no aparece por casualidad: surge de un nivel profundo de percepción, donde nuestro inconsciente procesa información que escapa a la mente racional.

Características de la intuición:

  • Llega de forma repentina, sin previo aviso.
  • No necesita un razonamiento lógico para sostenerse.
  • Se siente como un conocimiento interno claro y directo.
  • No genera ansiedad, más bien aporta calma o certeza.
  • Puede advertirnos o guiarnos incluso en situaciones desconocidas.

Sugestión

La sugestión, en cambio, es la influencia de ideas, emociones o palabras que penetran en nuestra mente y se instalan como si fueran propias. La sugestión puede venir de fuera (lo que otros nos dicen, lo que vemos en medios, lo que escuchamos de familiares) o de dentro (ideas repetidas, miedos, creencias).

Características de la sugestión:

  • Nace de una influencia externa o de una creencia previa.
  • Suele estar acompañada de emoción intensa, sobre todo miedo o deseo.
  • Puede ser manipulable: alguien con carisma o autoridad puede inducirla fácilmente.
  • Genera dudas, inseguridad o necesidad de confirmación.
  • No siempre es falsa, pero tiende a distorsionar la realidad.

Diferencias principales entre intuición y sugestión

  1. Origen:
    • Intuición: nace de tu inconsciente, procesando señales y experiencias.
    • Sugestión: proviene de influencias externas o autoimpuestas.
  2. Sensación interna:
    • Intuición: se siente clara, tranquila y breve.
    • Sugestión: suele ir acompañada de nerviosismo, insistencia o repetición mental.
  3. Duración:
    • Intuición: aparece como un destello momentáneo y luego se va.
    • Sugestión: se repite, insiste y ocupa espacio mental.
  4. Efecto en ti:
    • Intuición: te guía con serenidad.
    • Sugestión: te condiciona con inquietud o expectativa.

Tutorial: cómo distinguir si lo que sientes es intuición o sugestión

  1. Detén el pensamiento
    Cuando aparezca una corazonada o un pensamiento fuerte, respira hondo y quédate en silencio unos segundos.
  2. Observa la emoción
    Pregúntate: ¿lo que siento me da calma o me genera ansiedad? Si hay calma, probablemente sea intuición. Si hay nerviosismo, puede ser sugestión.
  3. Busca el origen
    Reflexiona: ¿esto lo he oído de alguien, lo he leído, me lo han repetido, o surgió de repente sin estímulo previo? Si tiene origen externo, es sugestión.
  4. Revisa su persistencia
    La intuición se siente una vez, como un destello. La sugestión insiste, regresa una y otra vez.
  5. Anótalo
    Ten un cuaderno sensitivo. Escribe cada experiencia: qué sentiste, cómo lo sentiste y qué pasó después. Con el tiempo, verás patrones claros entre intuición y sugestión.

Ejercicios prácticos para entrenar la intuición y controlar la sugestión

1. Ejercicio del primer impulso

  • Cuando tengas que tomar una decisión sencilla (qué camino elegir, qué comida pedir), escucha el primer pensamiento que aparece sin razonarlo.
  • Anótalo y compáralo con el resultado.
  • Objetivo: acostumbrarte a reconocer la rapidez de la intuición.

2. Meditación de silencio breve

  • Siéntate en un lugar tranquilo durante 5 minutos.
  • Deja que aparezcan pensamientos, pero obsérvalos sin engancharte.
  • La intuición suele surgir en espacios de calma.
  • Objetivo: diferenciar entre ruido mental (sugestión) y claridad interna.

3. Análisis de emociones

  • Cada vez que sientas una corazonada, escribe cómo la experimentaste: ¿calma o inquietud?
  • Haz un seguimiento durante un mes.
  • Objetivo: entrenar tu memoria emocional para reconocer la voz intuitiva.

4. Ejercicio del espejo sensitivo

  • Ponte frente a un espejo, mírate a los ojos y pregúntate en voz alta: “¿Esto que siento es mío o viene de fuera?”.
  • Presta atención a tu primera sensación corporal.
  • Objetivo: separar la intuición de la influencia externa.

5. Visualización protectora

  • Imagina que te envuelves en una esfera de luz blanca.
  • Desde ese estado, revisa si el pensamiento sigue teniendo fuerza.
  • Si desaparece, era sugestión. Si permanece sereno, es intuición.
  • Objetivo: limpiar interferencias externas.

Cómo evitar caer en la sugestión negativa

  • Filtra la información: no te expongas a exceso de opiniones, redes o noticias antes de una decisión importante.
  • Evita la repetición mental: cuanto más repites un miedo o deseo, más se convierte en sugestión.
  • Cuida tu lenguaje: las palabras que usas contigo misma crean realidades. Usa frases que te fortalezcan.
  • Rodéate de calma: ambientes ruidosos o caóticos potencian la sugestión. Busca silencio.

Ejemplo real de diferencia

Imagina que vas a salir de casa y, al poner la mano en el bolso, algo dentro de ti te dice: “coge las llaves”. No lo habías pensado, no estabas preocupada, simplemente apareció la idea rápida y tranquila. Eso es intuición.

En cambio, si ayer escuchaste que en tu barrio hubo robos y, al salir, no puedes dejar de pensar “seguro que me pasa algo, seguro que me olvido de cerrar la puerta”, eso es sugestión. Una idea externa (la noticia) ha creado una preocupación que repites y refuerzas.


Conclusión

La intuición es una herramienta natural que todos poseemos, mientras que la sugestión es un filtro que puede confundirnos. Aprender a diferenciarlas no es un don reservado para unos pocos, sino una práctica accesible para cualquiera que decida observarse, entrenar y anotar sus experiencias.

La clave está en reconocer la serenidad de la intuición frente a la insistencia de la sugestión. A través de ejercicios sencillos y práctica constante, podrás escuchar con más claridad tu voz interior, protegerte de influencias externas y vivir de manera más consciente.

Recuerda: tu intuición no grita, susurra. Si aprendes a distinguir ese susurro, tendrás una brújula fiable para orientarte en cualquier aspecto de tu vida.

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